viernes, 12 de marzo de 2010

Hoy me levante especialmente patriótico y trabajando, recordé una conversación que tuve con un suizo, un señor que estuvo trabajando en Estados Unidos, mucho tiempo y por supuesto conoció a mexicanos, hablamos de los estereotipos de los países y uno de los estereotipos que nos achacan es de perezosos, pero el me decía que era verdad y no, que lo que pasaba es que si ellos tenían que trabajar, lo hacían siguiendo todas las instrucciones paso por paso, aunque fueran pasos absurdos y que los mexicanos buscaban la forma de no seguir las instrucciones sino de hacer el trabajo mas fácil, mas corto, entonces tenían mas tiempo para descansar.
Recomiendo una película que la mayoría de las personas que la han visto, no les ha gustado, pero a mi si y mucho.

UN DÍA SIN MEXICANOS.

¿como hacer visible lo invisible? Quitándolo.

Una mañana California descubre que un tercio de sus habitantes ha desaparecido. Una extraña niebla rosa envuelve el estado y toda comunicación con el exterior han sido interrumpida. Conforme transcurre el día, descubrimos que la característica que une a los 14 millones de desaparecidos es su procedencia hispana.

California está conmocionada. Las implicaciones económicas, políticas y sociales de este desastre amenazan el propio modo de vida del “Estado Dorado.” Pronto profundizamos en las trastocadas vidas de cuatro personajes: Mary Jo Quintana (Maureen Flannigan), maestra y ama de casa; el senador Abercrombie (John Getz) ascendido apresuradamente a gobernador; Louis McClaire (Muse Watson), dueño de un rancho y representante de los empresarios agrícolas; y Lila Rodríguez (Yareli Arizmendi), reportera y aparentemente la única latina que no ha desaparecido. Para todos ellos, la ‘desaparición‘, les obliga a afrontar las fisuras ya presentes en sus vidas privadas.

Los expertos se plantean interrogantes y ofrecen distintas teorías: ¿Podría tratarse de un secuestro de extraterrestres? ¿Terrorismo biológico? ¿Es el Apocalipsis y los latinos son los elegidos? ¿O puede que, simplemente, se hayan marchado porque estaban hartos de que no los valoren?

Conforme pasa el tiempo, el estado continúa deteriorándose: la basura se ha apoderado de las calles y la desesperación se extiende mientras los ciudadanos de la quinta potencia económica del mundo observan como la infraestructura de su estado comienza a derrumbarse. Y empiezan a comprender que lo que se ha perdido es precisamente aquello que mantiene el “Sueño Americano” en funcionamiento – cocineros, jardineros, policías, niñeras, doctores, granjeros, trabajadores de la construcción, artistas, atletas, además del sector de consumidores en mayor crecimiento. Los latinos y su regreso se convierten en la prioridad número uno del estado.

Las confusiones, malos entendidos y situaciones cómicas abundan haciendo de UN DÍA SIN MEXICANOS una sátira cómica, una fábula contemporánea con un mensaje muy actual.

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