domingo, 11 de abril de 2010


VOZ OCTAVA

Soy un perro en esta noche inconclusa.
Ladro y el eco me devuelve una sonrisa amarga.
Basural tras basural voy perdiendo el miedo
y cada vez que mato al animal que en ellos habita
otro laberinto se levanta al frente.

No se trata de ser Teseo
un perro vagabundo no busca respuestas
se pregunta sabiendo que todo será en vano
porque aunque el miedo pase
la ciudad siempre estará allí
y allí su encrucijada.

Los perros nos acostumbramos a la soledad
porque sabemos que los basurales están llenos
de cadáveres que sonríen
y niños que nacen muertos.

La ciudad nunca acaba en la ciudad:
dormir no sirve de nada
el despertar siempre será en medio del laberinto
y es que no hay afuera
porque no hay adentro.

Huelo la noche y aúllo
mas no hay antepasado que pueda responder
porque mi estirpe nace en mí
y en mí
muere.

Julio Espinosa Guerra.

Gracias maestro y amigo, por permitirme aprender de ti

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